Quizá has oído hablar de ellas y te has preguntado qué son las mamas tuberosas. También llamadas tubulares, las mamas tuberosas se forman debido a un desarrollo incompleto de las mamas, es decir es una irregularidad estética. El motivo es que existe una anomalía congénita de la mama por la existencia de tejido fibroso en la base de la misma. Esto es lo que no permite el desarrollo completo del pecho.
A simple vista, podría decirse que este tipo de mamas se caracterizan por no tener forma redonda y tener una gran separación entre ambas, también se aprecia falta de desarrollo, cosa que puede generar un complejo en las mujeres que lo padecen. Por tanto, para poder corregirlas será necesaria una intervención reconstructiva.
¿Cómo es la intervención reconstructiva?
El objetivo de una intervención reconstructiva es realizar una remodelación y, por tanto, redistribución de la glándula mamaria para poder dar ese efecto de pecho redondo y con menor separación entre ambas mamas. En caso de ser necesario, podría completarse con una elevación de mamas, pero dependerá del caso en concreto.
Lo primero será bajar el surco submamario a su posición “habitual”, colocando la prótesis en un lugar inferior a donde empieza el pecho, creando así un surco más bajo. Seguidamente, se alargará el polo inferior, ya que al bajar el surco la distancia entre el pezón y el surco aumenta, de esta manera se consigue un resultado más natural.
Normalmente en estos casos hay que tratar la glándula que se encuentra detrás del pezón, para que se expanda y se adapte al nuevo implante. Para poder añadir el volumen que necesita el pecho y para darle forma, se colocan las prótesis.
Las prótesis pueden ser anatómicas o redondas y ser colocadas por encima o por debajo del músculo pectoral, según el caso y según las medidas. Si quieres saber cómo se realiza la corrección de mamas tuberosas o elevación de mamas y necesitas información más detallada, no dudes en ponerte en contacto conmigo.