Se trata de un producto de origen natural que se encuentra en diferentes tejidos y órganos del cuerpo humano.
La diferencia entre el ácido hialurónico y el Botox es una de las grandes preguntas que nos hacéis en consulta y a través de las redes sociales. Cuándo se debe usar uno u otro. La diferencia es enorme, incluso abismal.
El Botox se utiliza cuando queremos paralizar el músculo del paciente. Por ejemplo, cuando queremos estirar las arrugas de la frente o las patas de gallo.
Y el ácido hialurónico se utiliza para rellenar zonas donde hemos perdido o tenemos poco volumen, como puede ser el caso de los labios o la zona de los pómulos, mandíbula o líneas de las comisuras de los labios.
El paso del tiempo reduce la hidratación de nuestros tejidos
Lo que ocurre es que, con el paso del tiempo, la presencia del ácido hialurónico en nuestro organismo desciende progresivamente. Este es el motivo por el cual nuestros tejidos pierden hidratación y, consecuentemente, elasticidad y firmeza. Ahí es donde empieza el proceso de la aparición de arrugas en nuestra piel.
A partir de ese momento es cuando las personas se plantean recurrir al ácido hialurónico, como tratamiento médico estético, para restablecer la elasticidad y buen estado de la piel.
Combinación de Botox y ácido hialurónico
Soléis preguntarnos mucho si se pueden hacer tratamientos de combinación de Botox y ácido hialurónico. Y sí, se puede.
Por ejemplo, para tratar el caso de un paciente con arrugas profundas en la frente es posible que el Botox no sea suficiente para hacerlas desaparecer todas, por lo que utilizaremos también el ácido hialurónico para rellenar el tejido y conseguir que la arruga se disimule todavía más.
Cuánto dura el efecto del ácido hialurónico y el Botox.
El ácido hialurónico y el Botox son dos mundos completamente diferentes, tal y como hemos dicho al principio, e incluso hay opiniones discordantes al respecto de su uso.
El efecto del Botox tiene una duración de entre cuatro y seis meses. Su efecto depende de la fuerza del músculo del paciente y, en parte también, de la cantidad de que disponga. Pero lo más importante es entender que el efecto del Botox varía de persona a persona.
Por otro lado, el efecto del ácido hialurónico también depende del metabolismo de la persona y de la zona a tratar:
- En los pómulos y en las zonas menos móviles de la cara, el ácido hialurónico tiene una duración larga, de hasta un año o quizá un año y medio.
- El ácido hialurónico en los labios, que es una zona con bastante movilidad, tiene menor duración, de entre cinco y ocho meses.
Todo depende siempre de la calidad del producto y de la persona.
Pero es fundamental entender que el uso del Botox y el ácido hialurónico tiene cometidos completamente diferentes, aunque puedan combinarse en un mismo tratamiento de manera complementaria.
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