Aumento de labios, pómulos y rellenos faciales
Hasta hace muy poco, la mayoría de los cirujanos veían la cara envejecida como un problema de exceso de tejidos. Por ello, la cirugía se diseñaba para remover el “exceso” de tejidos. Sin embargo, si usted realmente estudia la cara añosa podrá darse cuenta de que mucho de lo que percibimos como envejecimiento facial tiene mucho que ver con la pérdida de volumen. La cara se desinfla como un balón que pierde aire, como una uva se convierte en una pasa, la cara pierde su vigor a medida que la piel adelgaza y se pierde la grasa.
Existe igualmente otro cambio, la piel de la cara se sustenta al hueso subyacente en determinadas áreas mediante ligamentos. En estas áreas de fijación, existe una particular pérdida de volumen donde podremos ver el desarrollo de surcos profundos y arrugas. Por todo ello, actualmente se sobreentiende que el principal problema es la pérdida de volumen en el surco. De todo lo anterior podemos deducir que la solución es aportar volumen. Aquí es donde el ácido hialurónico juega su papel como el producto de relleno más seguro y eficaz.
Son distintas las áreas susceptibles de mejora con ácido hialurónico
Aumento de Labios
El procedimiento requiere de anestesia local y en un primer momento del perfilado tanto del labio como del filtrum (líneas verticales que unen la nariz con el labio). Posteriormente, una vez remarcado todo el borde del labio habrá que aumentar el grosor del labio en aquellas zonas que lo necesiten. Su efecto perdura durante aproximadamente 10-12 meses.
Aumento de pómulos
A medida que envejecemos perdemos volumen fundamentalmente a nivel de nuestros pómulos como consecuencia de la pérdida de volumen óseo del hueso malar y de la caída de la musculatura y piel de nuestras mejillas.

Rejuvenecer la mirada
La mirada es el rasgo más importante de nuestra cara. Antaño, para rejuvenecernuestra mirada tan sólo existía la opción de realizarnos una blefaroplastia (cirugía de párpados).
Actualmente, la elaboración del ácido hialurónico está mucho más evolucionada y existen ácidos hialurónicos lo suficientemente solubles, poco densos, como para rellenar el lacrimal, los párpados y la ceja sin que el resultado sea artificial.
La técnica que el Dr. Bistoni utiliza para aliviar los aspectos negativos de nuestra órbita es la técnica LAMLE. Esta técnica consiste en depositar hilos ultrafinos de ácido hialurónico inmediatamente por debajo de la musculatura facial para que no se note el producto inyectado. Así lo que se consigue es aliviar los surcos que aparecen en nuestros párpados inferiores, es decir, aliviamos el relieve que existe entre el párpado inferior y la mejilla.
Además, este ácido hialurónico también puede utilizarse para dar volumen a la cola de la ceja y así elevarla en aproximadamente medio centímetro. La ceja joven tiene volumen en su tercio lateral, aspecto especialmente atractivo en la vista de perfil.